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Asistencia técnica para la construcción en Malawi -- Habitat for Humanity Int'l 1

Asistencia técnica para la construcción en Malawi

Para Bob Longino

 


George Phiri, de 28 años, aprovecha la capacitación técnica en construcción de Hábitat, junto con un microcrédito de un socio microfinanciero de la organización, para construir en forma progresiva una nueva vivienda para su familia en Lilon-gwe, Malawi.
©Habitat para la Humanidad/Steffan Hacker

   
 


Un estudio en Ghana sobre préstamos microfinancieros , con los cuales las mejoras fueron hechas sin asistencia técnica de construcción alguna, demostró que en esta casa se instaló incorrectamente un techo nuevo sobre una estructura de pare-des de barro que no podían sostenerlo de forma segura. Según el estudio, la casa podría derrumbarse, o bien el techo podría ser arrancado durante una tormenta fuerte.
©Oficina de Area de Africa y Medio Oriente de HPH/Carl Queiros.

   


George Phiri, un docente de 28 años, se para en la entrada de ladrillos de lo que se transformará en su primera casa propia y sonríe al pensar en el día que él, junto con su esposa Beatrice y sus dos hijos pequeños, comenzarán a habitarla.

Ser dueño de su propia casa en vez de pagar un alquiler, como Phiri hace ahora, significará mucho para él.

“Es muy, muy, muy importante”, afirma Phiri. “En África y en Malawi, no todos son dueños de una casa. Como uno desperdicia el dinero cuando alquila, el hecho que mi familia y yo tengamos nuestra propia casa es como quitarnos un gran peso de los hombros”.

Phiri forma parte del programa piloto de Asistencia Técnica Constructiva (ATC) de Hábitat para la Humanidad en Malawi. Él se beneficia de una serie de préstamos para microfinanzas de un socio inversionista de Hábitat, junto con la experiencia técnica en construcción del personal de ATC de Hábitat Malawi. Con el tiempo, habrá construido y terminado su hogar y se habrá unido a las filas de cientos de miles de familias que Hábitat continúa sirviendo en todo el mundo.

El programa ATC es distinto del modelo tradicional de construcción de una casa Hábitat. El modelo tradicional consiste en recolectar donaciones de materiales de construcción, organizar a voluntarios para que construyan junto con las familias propietarias y financiar la vivienda mediante un préstamo sin intereses, o a baja tasa de interés, como parte de un fondo rotativo. Este modelo considera la vivienda como un producto— la casa— y Hábitat es el gerente de proyectos y, con frecuencia, el cons-tructor también.

Por otro lado, mediante la ATC, Hábitat provee asesoramiento y materiales para la construcción que permiten que la familia propietaria construya su propia casa. El asesoramiento puede relacionarse con materiales y prácticas de construcción, como por ejemplo, un cimiento sólido y una instalación apropiada del techo, la entrega de lista de materiales y el diseño de la casa. La asistencia técnica constructiva tiene lugar junto con un aliado microfinanciero que aporta los fondos y supervisa el aspecto del préstamo. Este modelo considera la vivienda como un proceso y se concentra en una construcción progresiva en una serie de etapas. La construc-ción por etapas es, sin duda alguna, la forma principal en que las personas con los ingresos más bajos mejoran sus viviendas en los países en vías de desarrollo.

De hecho, hay un contraste marcado entre el modelo tradicional de Hábitat y la ATC. Pero según Carl Queiros, director de desarrollo de programas de Hábitat África/Medio Oriente, la ganancia potencial para Hábitat de aumentar la cantidad de familias que asiste cada año es notable, y presta un servicio que es mucho más asequible que el modelo tradicional.

“Antes que Hábitat Malawi comenzara a realizar una construcción progresiva y el programa de ATC hace un año, podíamos, como mucho, apoyar a 200 familias por año”, dice Queiros. “Gracias a la ATC y a una construcción progresiva, tendremos en el futuro el potencial de apoyar entre 2.000 y 3.000 (familias) por año”.

Además, una nueva alianza global entre Hábitat para la Humanidad y Opportunity International , una institución cristiana de microfinanzas, abre la oportunidad de trabajar con una porción significativa de los clientes de dicha organización, aproximadamente 290.000, solo en Malawi. Entre el 20 y 40 por ciento de los micropréstamos de Opportunity International son préstamos al consumidor o para la generación de ingresos, que son desviados hacia la construcción o mejora de viviendas; es decir, Hábitat Malawi podría trabajar con miles y hasta decenas de miles de familias nuevas.

En la opinión de Queiros, es una cantidad inmensa.

Aunque [el concepto] de ATC como modelo autónomo y diseñado expresamente es muy reciente, Hábitat ha utilizado esta idea básica por años, especialmente en Egipto, Nicaragua y otros países.

En la actualidad, la oficina de África y Medio Oriente desarrolla asistencia técnica como un programa autónomo, con su sistema y filosofía propios.

Hay otro programa piloto en curso en Ghana, donde el personal de ATC se encuentra en la etapa de verificación inicial con su primer cliente. Pero un estudio hecho sobre las prácticas de las instituciones microfinanciaras de ortorgar préstamos en Ghana sin una asistencia técnica para la construcción, revela muchos casos de construcción inadecuada y mal uso de los fondos por gente que no puede costear el desperdicio de recursos. Por ejemplo, una familia propietaria agregó un techo nuevo a la casa que ya tenían. Según el estudio, como el techo no estaba asegurado correctamente y las paredes de barro de la casa no brindaban un buen apoyo, el techo podría “ser arrancado fácilmente durante una tormenta intensa”, o la casa se podría derrumbar.

“Una indicación importante que la gente necesita, es que las instituciones microfinancieras se comuniquen con nosotros y nos digan: “Necesitamos su asistencia técnica y apoyo”, dice Queiros.

Al trabajar con instituciones micro-financieras, Hábitat puede apalancar su capital para el segmento de finanzas y destinar los fondos de organizaciones sin fines de lucro exclusivamente para la asistencia técnica. Además, Queiros explica que las instituciones microfinancieras “normalmente están mejor equipadas y preparadas para manejar los programas y carteras de préstamo que nosotros, y son tan sólidas en muchas partes de África que nosotros podemos alinearnos con su base de clientes, experiencia e infraestructura”.

En Malawi, el efecto del programa de ATC de Hábitat se puede constatar por la amplia sonrisa de George Phiri cuando mira su casa casi terminada.

Dice que Hábitat lo asesoró sobre muchos problemas de construcción, entre ellos la tabla de agua del terreno, el uso del cemento y las necesidades de desagüe.

“Sin ATC”, dice Phiri, “todavía seguiría con el cimiento”.

Bob Longino es director de Servicios de Apoyo Creativo de Hábitat para la Humanidad Internacional.