Servicios de acceso a la vivienda en Nepal -- Habitat for Humanity Int'l 1

Servicios de acceso a la vivienda en Nepal

Por Hiew Peng Wong

 


Un grupo de mujeres en Nepal preparan el bambú que se utilizará como material de construcción. En Jhapa, Hábitat para la Humanidad Nepal organizó un emprendimiento para producir láminas de techo corrugado, compuestas por esterillas de bambú. Las mujeres aprenden a fabricar las esterillas mediante un programa de capacitación, organizado por Hábitat Nepal. Cortesia de Programas Mundiales de HFHI.

   
 


Al aplicar una tecnología de construcción rentable, basada en materiales locales, familias propietarias y los voluntarios locales en Pokhara, Nepal, construyen estructuras de bambú tratado sobre una fundación de hormigón y piedra para las casas terminadas durante el evento de Hábitat “Construcción Everest” en octubre de 2010. Las familias aprenden las técnicas de construcción con bambú mediante un programa de capacitación de la organización.
©Habitat para la Humanidad/Mikel Flamm.

   


Cuando Hábitat para la Humanidad comenzó a trabajar en Nepal en 1997, el enfoque se concentraba en proveer a las familias de bajos ingresos una vivienda adecuada y asequible. En el año 2005, Hábitat había terminado 830 casas.

En la actualidad, aunque el enfoque es el mismo, hubo un cambio estratégico en su dirección. Para formular un programa de vivienda ecológico y rentable, Hábitat para la Humanidad Nepal aprovechó su red de organizaciones no gubernamentales, instituciones microfinancieras y grupos locales de préstamo y ahorro. En junio de 2011, Hábitat Nepal celebró la familia número 10.000 que había ayudado.

Inicialmente, Hábitat en Nepal se pudo caracterizar como un proveedor de viviendas, sin embargo hubo un cambio deliberado en dicha función en los últimos años.

Nepal se expandió mucho más rápidamente desde 2005 que en el periodo de ocho años entre 1997 y 2005. En sus primeros años, el programa “Ahorre y Construya” de Hábitat se adecuó bien al modelo de construcción progresiva de casas, preferido por las comunidades de bajos ingresos. Estas familias ahorraron casi el 35 por ciento del costo de una casa mientras que el 65 por ciento restante fue saldado por Hábitat y sus aliados. En un plazo de tres años, las familias aportaron el 68 por ciento del costo de la casa mientras que Hábitat y sus aliados aportaron el tercio restante.

Muchas de las instituciones microfinancieras aliadas de Hábitat también pudieron ampliar sus carteras y otorgar préstamos adicionales para la vivienda. Por ejemplo, por cada casa financiada por Hábitat Nepal, la institución de microfinanzas Jeevan Bikash también otorgó un préstamo para la vivienda.

“La necesidad de una vivienda adecuada es inmensa en Nepal, y Hábitat no puede contar con su propia fortaleza”, explicó Aruna Paul Simittrarachchi, representante de país. “Nuestros socios tienen un gran potencial para cumplir una función clave en la aceleración del crecimiento de nuestro programa. Para aprovechar este potencial, debemos ser mucho más que un proveedor de casas. Debemos facilitar, implementar y apoyar las soluciones habitacionales”.

El concepto de servicios de acceso a la vivienda permite que Hábitat Nepal haga realidad su visión, en particular considerando su Campaña por la Casa Número 100.000, lanzada en julio de 2011. Hábitat se propone asistir a 100.000 familias más en el país en los próximos cinco años.

“HPH Nepal tiene la intención de causar un efecto catalizador en función del alcance e impacto”, afirmó Simittrarachchi. “Al concluir con éxito la Campaña por la Casa Número 100.000, queremos que un número todavía mayor de aliados se comprometan a reducir en un 25 por ciento el déficit de viviendas en Nepal, o sea, en un millón de casas. Estamos concentrados en la erradicación absoluta de las viviendas precarias en Nepal alrededor del año 2030, o sea, dentro de veinte años. Esto no será llevado a cabo exclusivamente por HPH Nepal, sino con diversos aliados, incluido el gobierno”.

Para ello, Hábitat Nepal se propone:

  • Llegar a las cooperativas, bancos locales e instituciones de microfinanzas para alentarlos a que sumen la vivienda a sus carteras de préstamos y, si fuera necesario, a que desarrollen su capacidad para hacerlo.
  • Aportar experiencia, conocimientos y capacidades dentro de Nepal en su conjunto para respetar, promover y mejorar la arquitectura tradicional y sus prácticas.
  • Promover y mejorar la calidad y durabilidad de los materiales de construcción ecológicos mediante el intercambio de conocimientos y capacitación técnica.

Usando un manual creado por Hábitat, los empleados de instituciones de microfinanzas reciben una capacitación para ayudar a sus clientes a calcular la cantidad necesaria del préstamo, cuánto debe ahorrar cada cliente y cómo optimizar el uso de materiales de construcción disponibles localmente.

Otro manual ayudará a las familias a decidir el diseño de una casa y a calcular el costo de construcción, con el asesoramiento de los colaboradores de Hábitat Nepal. El personal de Hábitat también puede proporcionar supervisión técnica en algunas obras de construcción y orientación sobre cómo mejorar la calidad del producto habitacional final.

Hábitat Nepal también capacitará a organizaciones aliadas, comunidades locales, familias, albañiles, carpinteros y voluntarios de Hábitat sobre el uso de una tecnología de construcción rentable.

El personal viajará a las comunidades para impartir capacitaciones a la gente sobre la tecnología del adobe para la fabricación de ladrillos, el uso de arcilla en la fundación y el yeso, y el uso de cal para proteger contra las termitas; estas técnicas se encontraron en la arquitectura tradicional usada en palacios y otros edificios grandes.

Para prestar asistencia en dicha capacitación, Hábitat pretende recaudar y proporcionar fondos iniciales para tantos centros de recursos como sea posible en todo el país. Eventualmente, estos centros se transferirán a la comunidad, y serán organizados por la misma.

Para promover el uso de materiales de construcción rentables, Hábitat planifica organizar centros de producción de bambú y centros de procesamiento de paja, dependiendo de las necesidades de la comunidad. El bambú será tratado en los centros para aumentar su durabilidad. Los centros también pueden producir kits de alojamiento de bambú que se pueden ensamblar fácilmente para una vivienda provisional en la respuesta a desastres. La capacitación en albañilería será impartida por obreros calificados, a quienes las familias u organizaciones pueden contratar. Además, los centros brindarán orientación y asesoramiento sobre el diseño de viviendas.

Además, se instalarán aserraderos en algunas comunidades, especialmente donde los ex siervos por deudas (que hacen trabajo forzado a cambio del pago de prestamos), conocidos como Kamaiyas, viven. Al ofrecer servicios de aserradero, Hábitat ayudará a que las familias y comunidades disminuyen el desperdicio de la madera, conserven los recursos naturales y reduzcan al mínimo el riesgo de lesiones y muertos en el caso de que una casa se derrumbe en un terremoto u otro desastre.

En Jhapa, Hábitat Nepal ya tiene un emprendimiento que produce láminas de techo corrugado, compuestas por bambú. Las esterillas usadas para fabricar las láminas provienen de 30 centros de tejido de esterillas, organizados por Hábitat Nepal en diversas comunidades, y la materia “prima” para dichas esterillas provendrá finalmente de viveros. Hábitat Nepal considera organizar veinte centros de capacitación para el cultivo y cosecha de bambú, lo que generará ingresos para las familias de bajos ingresos.

Otro material de construcción disponible localmente son los fardos de paja, compuestos por paja seca y prensada. Utilizada como aislamiento de paredes, mantiene una casa fresca en verano y cálida en invierno.

Hábitat Nepal también quiere que la comunidad local asuma un sentido de pertenencia. “Las necesidades habitacionales deben ser de propiedad de la comunidad y ser impulsadas por esta, con una consulta apropiada de las autoridades”, dijo Simittrarachchi.


Una infraestructura tal como carreteras, desagües y albañales no deben impedir la construcción de casas, o al revés. Dichas consideraciones son particularmente fundamentales en las zonas afectadas por —o propensas a— inundaciones.

Se debe reducir al máximo la tala de árboles maderables, una decisión que debe tomar la comunidad. Según Simittrarachchi, mediante la educación del público, el uso de la madera se puede optimizar con un aserradero de propiedad de la comunidad, y una reducción del uso de la madera como pilares o vigas también disminuirá el riesgo de lesiones o muertes en el caso de un terremoto.

Una comunidad debe tener acceso a materiales de construcción, prácticas y metodologías ecológicas. El ahorro de costos resultante se puede invertir en la vivienda, ya sea cancelando un préstamo más rápido o construyendo la siguiente etapa de la casa.

“En Hábitat, solemos hablar de darle a una familia un incentivo”, dijo Simittrarachchi. “El concepto de servicios de acceso a la vivienda expanden esa idea a nuestros aliados. Las familias y aliados mejor preparados y más informados hacen una diferencia enorme en la misión de Hábitat”.

Hiew Peng Wong es redactor/escritor para la oficina de área de Hábitat para la Humanidad Asia/Pacífico.