Juntos, construimos no solo estructuras, sino también comunidad, resiliencia e innovación

Juntos, construimos comunidad, resiliencia e innovación

Juntos, construimos no solo estructuras,

sino también comunidad, resiliencia e innovación

¡En Hábitat para la Humanidad creemos que el hogar es el punto de partida para construir una vida digna, segura y con oportunidades!. En la comunidad Monte Sion, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México, celebramos junto a 11 familias tzotziles la entrega de sus nuevas viviendas: hogares asequibles, resilientes y construidos con tecnología innovadora que convierte plásticos no reciclables en materiales de construcción de alto valor.

Las viviendas fueron construidas en un proceso participativo con las familias, respetando las tradiciones locales y utilizando una mezcla de materiales innovadores y técnicas que aportan seguridad, confort térmico y durabilidad. Este modelo combina nuevas tecnología con soluciones culturalmente adaptadas, asegurando que las familias no solo tengan un techo, sino un verdadero hogar.

El proyecto Lekil´Na, bautizado así por la comunidad, y que significa “vivienda sustentable”, usó 232 kilogramos de Resin8 por vivienda, un aditivo creado a partir de plásticos no reciclables, que de no ser por este proyecto, habrían terminado en rellenos sanitarios o contaminando el medio ambiente. En total, se reutilizaron 2 toneladas de residuos plásticos, convirtiendo un problema ambiental en una solución segura y duradera para la construcción de la vivienda.

Este proceso no solo da una nueva vida a materiales que se consideran basura, sino que también contribuye a la mitigación del cambio climático; por cada tonelada de Resin8 utilizada, se evita la emisión de 960 kilogramos de CO₂, lo que ayuda a reducir significativamente la huella de carbono del sector de la construcción. Gracias a esta tecnología, las viviendas están siendo certificadas bajo el sistema EDGE,  lo que demuestra que es posible desarrollar vivienda social con estándares internacionales de sustentabilidad, eficiencia y bienestar.

Todo esto fue posible gracias a una alianza estratégica entre Hábitat para la Humanidad, CRDC México, Wesco International y Dow. Una colaboración que demuestra que juntos podemos construir soluciones de vivienda más sostenibles y adaptadas al contexto local.

Además de un techo digno, este tipo de proyectos abre la puerta a nuevas posibilidades para las familias: mayor estabilidad, salud, seguridad y bienestar, especialmente en comunidades indígenas que históricamente han enfrentado barreras al acceso a una vivienda digna.