Habitat Argentina siembra nuevas semillas de esperanza
La Casa Semilla de Hábitat para la Humanidad es un nuevo modelo prometedor del proyecto Desarrollo de Barrios de la organización.
Un equipo australiano de Aldea Global ayudó a Miguelina con los toques finales de su nueva casa semilla.
BUENOS AIRES, Argentina (13 de marzo, 2012) – Aunque el nuevo modelo de la Casa Semilla solo lleva un par de años en su implementación, ha llegado de ser una adición prometedora del proyecto Desarrollo de Barrios de Hábitat para la Humanidad Argentina. Hoy, hay casas semillas terminadas en La Matanza y Santa Fe, y la construcción del próximo grupo de casas comenzó a finales de 2011.
Con una casa semilla, las familias reciben un préstamo de mayor monto que para las mejoras progresivas, así como capacitaciones a lo largo del proceso de construcción. Con estos fondos y la ayuda de voluntarios, arquitectos y asesores técnicos de Hábitat, construyen una estructura sólida con un área de cocina-comedor-sala, un baño y un dormitorio. A través de esta solución habitacional, construyen un cimiento sólido, seguro y saludable para su familia, con la infraestructura ya instalada. De esta manera, puedan empezar de fomentar las capacidades necesarias para eventualmente expandir su vivienda.
El pasado septiembre, Hábitat Argentina realizó un evento de construcción de una semana, llamado “Semillas de Esperanza”, en el barrio 22 de Enero en La Matanza, Buenos Aires. Durante la semana, los voluntarios ayudaron a construir tres casas semillas en alianza con familias que están viviendo en estructuras precarias. Todas estas familias son lideradas por madres solteras que sufren de pobreza extrema, bajo condiciones particularmente difíciles, que anhelan asegurar una vida mejor para sus hijos. Las casas que comenzaron aquella semana ahora se encuentran en la fase final de construcción, gracias a la dedicación y el arduo trabajo tanto del arquitecto supervisor, Carlos, como de las familias y los voluntarios.
La construcción de una casa semilla adicional en el barrio 22 de Enero también está progresando. Con el apoyo de brigadas de voluntarios y gracias a la alta capacidad para la autoconstrucción de los futuros propietarios Laura y Daniel, ya se encuentran en la segunda etapa de construcción después de un mes y medio.
En Santa Fe, cuatro casas semillas más están levantándose, ladrillo por ladrillo. La familia Pereyra Paselli casi ha terminado con la segunda etapa, con las paredes ya levantadas y la tubería del baño instalada. Una vez que su trabajo haya sido evaluado y certificado, podrán empezar con la tercera etapa, usando los materiales recién llegados. Además, una brigada compuesta por funcionarios de Hábitat Argentina, voluntarios locales, vecinos, otros propietarios de casas Hábitat y miembros de la asociación civil Rayo de Luz, se unieron con el asesor técnico de Hábitat para visitar y ayudar a las familias con las tareas de construcción para dos de las casas semillas.
Una de estas, la casa de Néstor y Maria en Recreo, Santa Fe, está casi terminada. Néstor se había enterado de Hábitat a través de un colega de la fábrica donde él trabaja. Su amigo se había involucrado en el proyecto “Levantémonos y Construyamos” de Hábitat. Néstor y Maria han estado trabajando arduamente durante el último año, luchando con los aumentos de los costos debidos a la inflación y encargándose ellos mismos de la mayoría de la construcción.
Están muy agradecidos de haber recibido varias brigadas de voluntarios de Aldea Global para ayudarles con la construcción su casa, y por la oportunidad del intercambio cultural. Aunque, según Néstor, fue un reto supervisar a un grupo tan grande de voluntarios extranjeros, también comprendió la importancia de esta experiencia, especialmente el aspecto de poder demostrar porque las viviendas se construyen de una forma particular en Argentina en comparación con las de Estados Unidos. En su momento, Néstor quedó sorprendido por cómo hombres y mujeres de los equipos trabajaban tan apasionadamente y en de forma igualitaria sin distinción de roles. La pareja logró terminar con tareas de construcción que, sin el apoyo de las brigadistas, hubieron requerido la contratación de trabajadores pagados.
“Fue una experiencia muy bonita, porque sin poder comprender la idioma, nos entendemos uno a otro”, dijo Maria. “No faltaba nada en nuestro diálogo”.
“Realmente respeto a [los voluntarios] porque vinieron desde tan lejos sin recibir nada de vuelta”, concluyó Néstor. “De esta, aprendí que maravilloso se siente ayudar a otro sin ninguna expectativa; sin recibir nada a cambio”.
La pareja está planeando pasarse a la nueva casa para finales de marzo, y por fin tener un lugar al cual llamar hogar.
Acerca de Hábitat para la Humanidad
Hábitat para la Humanidad Internacional es una organización no gubernamental de vivienda con bases cristianas, que reúne a personas de todas las etnias, nacionalidades y religiones a construir viviendas, comunidades y esperanza. Desde 1976, Hábitat ha servido a más de 500.000 familias en el mundo, construyendo y mejorando viviendas; promoviendo políticas de vivienda justas y proveyendo capacitación y acceso a recursos para apoyar a las familias en el mejoramiento de sus viviendas.
Hábitat para la Humanidad abrió sus puertas en América Latina y el Caribe (ALC) por primera vez en 1979. Desde aquel entonces, ha facilitado acceso a más de 100.000 soluciones habitacionales a familias de bajos recursos en la región.