40 millones de latinoamericanos viven sin fuentes de agua potable

San José, Costa Rica (21 de marzo 2014) — Para 234 familias de la localidad La Gallina, en San Rafael del Sur, Nicaragua, el agua dejó de ser un líquido sucio y contaminado para transformarse en un valioso recurso potable, gracias a un proyecto desarrollado por Hábitat para la Humanidad.

En esta comunidad, donde la mayoría de las personas viven en pobreza extrema, los pozos de agua presentaban altos niveles de contaminación –debido a la presencia de letrinas tradicionales y animales domésticos– que los hacía no aptos para consumo humano.

Ante esta situación, Hábitat junto con un grupo de aliados se dio a la tarea de instalar un sistema de agua potable con tomas domiciliares, que pudiera dotar de agua suficiente a la población para los próximos 20 años. De esta forma, la organización cumple con su visión de lograr un mundo donde todos tengan un lugar adecuado para vivir.

“Hábitat para la Humanidad identifica las cadenas de valor de agua y saneamiento en ámbitos locales, se involucra en educar para la vivienda saludable, y empodera a las mujeres y grupos vulnerables para mejorar la gestión del agua”, señaló María Luisa Zanelli, coordinadora de Incidencia en Hábitat para la Humanidad América Latina y el Caribe.

Además de construir el tanque de almacenamiento de agua y su red de distribución en La Gallina, se capacitó a la comunidad en el manejo del agua y en mejores prácticas de higiene y saneamiento. Asimismo, se creó el Comité de Agua Potable y Saneamiento, que será el encargado de mantener este sistema.

Según datos de la Organización Panamericana de la Salud, en América Latina y el Caribe, 40 millones de personas no poseen acceso a fuentes de agua mejoradas, es decir, obtienen su líquido de pozos o manantiales no protegidos, aguas superficiales como ríos o acequias, o mediante carretas con un pequeño bidón.

Acerca de Hábitat para la Humanidad Internacional
La visión de Hábitat para la Humanidad Internacional es un mundo donde todas las personas tengan un lugar adecuado donde vivir. Basada en la convicción de que las viviendas seguras y asequibles son una base crucial para romper el ciclo de la pobreza, Hábitat ha apoyado a más de 4 millones de personas (750.000 en América Latina) a construir, rehabilitar o conservar sus viviendas desde 1976.