Informe: Mejoras en asentamientos informales y salud de las mujeres
Una investigación de “Hogar es” 2025
El más reciente informe de Hábitat para la Humanidad Internacional, titulado “Mejoras en asentamientos informales y salud de las mujeres”, demuestra que invertir en el mejoramiento de viviendas en estas comunidades tiene efectos positivos tanto en la salud de las mujeres como en el bienestar colectivo, impulsando además el desarrollo sostenible.
Los hallazgos, respaldados por evidencia, cobran especial relevancia en el contexto actual: más de 1.100 millones de personas en todo el mundo viven en asentamientos informales o barrios marginales. En estas zonas, las mujeres enfrentan una sobrerrepresentación y una mayor vulnerabilidad frente a los hombres, debido a prácticas culturales y estructuras sociales que limitan su acceso a educación, oportunidades económicas, empleo, derechos y titularidad de bienes .
Principales conclusiones
Una vivienda adecuada puede tener un impacto significativo en la salud de las mujeres. Hábitat para la Humanidad identificó que, en solo el primer año, ciertas mejoras clave en viviendas ubicadas en asentamientos informales pueden generar resultados positivos como:

20,3 millones de enfermedades prevenidas, entre ellas infecciones respiratorias, infecciones entéricas, enfermedad pulmonar crónica, infecciones reproductivas y del tracto urinario, y enfermedades causadas por el calor.

42,9 millones de incidentes de violencia de género prevenidos, incluyendo violencia de pareja y violencia sexual fuera de la pareja. Al menos uno de cada 17 casos de violencia sexual podría prevenirse si se implementaran mejoras en los asentamientos informales.

80,200 muertes evitables prevenidas. Al menos una de cada cuatro muertes maternas y una de cada seis muertes por golpe de calor podrían evitarse a nivel mundial si se implementaran mejoras en los asentamientos informales.
Medidas contundentes para mejorar la salud de las mujeres a través de la vivienda
Hábitat para la Humanidad hace un llamado a la acción contundente y coordinado para abordar los desafíos interrelacionados de la vivienda y la salud de las mujeres, priorizando soluciones que atiendan las necesidades específicas de las mujeres que residen en asentamientos informales.



1. Los gobiernos nacionales y locales deben reconocer las fuertes conexiones entre la vivienda y la salud. Es imperativo que se integren soluciones de mejoramiento con perspectiva de género y dirigidas por la comunidad, como parte de las políticas de salud pública.
2. La comunidad de donantes, especialmente los Estados miembros del Grupo de los 7 (G7), debe adoptar un enfoque más holístico a la salud mundial, que reconozca la vivienda adecuada y el mejoramiento integral de los asentamientos informales como inversiones fundamentales para el bienestar, la resiliencia y la igualdad de género.
3. Las organizaciones implementadoras deben incorporar enfoques con perspectiva de género en todas sus acciones. Las personas que viven en asentamientos informales, junto con sus aliados, desempeñan un papel clave en la mejora de políticas públicas basadas en evidencia. Esto implica promover el liderazgo de las mujeres y cerrar las brechas de información en temas especialmente críticos —aunque muchas veces ignorados— relacionados con la vivienda adecuada.
Por último, si bien estas estadísticas son contundentes y deberían impulsar acciones urgentes, la falta de datos desagregados limita la capacidad de análisis y respuesta. Es crucial cerrar las brechas de información, especialmente en lo relacionado con género y localización, para entender a fondo cómo la vivienda en asentamientos informales impacta la salud y el bienestar de las comunidades y de esta manera diseñar soluciones realmente efectivas.
Beneficios previstos para la salud de las mujeres en asentamientos informales
Conozca los beneficios para la salud que pueden generar las mejoras en los asentamientos informales para las mujeres en su país.