Devocionales de Cuaresma 2022
Introducción
La Cuaresma es una época de 40 días, sin contar los domingos, que empieza el 02 de marzo con el Miércoles de Ceniza, y termina el sábado antes de Pascua.
Es un tiempo de preparación, de examen de conciencia y reflexión, en nuestro camino hacia la cruz.
Los siete devocionales de esta serie, diseñados para que puedan usar uno para cada semana de Cuaresma, se enfocan en las distintas formas en que podemos honrar a Jesús cuidando de los demás.
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Por Jamie Grubb
Pero algo más me viene a la memoria,
lo cual me llena de esperanza:El gran amor del Señor nunca se acaba,
y su compasión jamás se agota.
Cada mañana se renuevan sus bondades;
¡muy grande es su fidelidad!— Lamentaciones 3:21-23, Nueva Versión Internacional – UK
El océano rugió, los techos fueron arrancados y las casas y los cocoteros derribados. Luchando contra el viento y los escombros que volaban, Nerissa y su familia huyeron a la casa de sus padres dos kilómetros tierra adentro. Creían que estarían a salvo, pero el aumento de las aguas los siguió. Estaban atrapados dentro de la casa, en el baño, sin medios de escape mientras se aferraban a sus hijos y oraban fervientemente.
Cuando las aguas finalmente retrocedieron y ellos pudieron regresar a su casa, descubrieron que el mar se había llevado su hogar y su negocio, un centro de parto, y había destruido su amada comunidad. Llenos de gratitud por el hecho de que sus vidas se habían salvado, se sintieron abrumados por la pérdida que los rodeaba.
El Libro de Lamentaciones, escrito por el profeta Jeremías, también cuenta la triste historia de un pueblo que lo perdió todo. Llevado cautivo por Babilonia a una tierra de extraños con costumbres desconocidas, Jeremías escribe el ejemplo de cómo debemos vivir en tiempos de gran aflicción. Él sabía de primera mano que, aunque nos afligimos, sobrevivimos viviendo en el abrazo de la esperanza de Dios. En medio de la tribulación, cuando la situación parece abrumadora, la esperanza nos recuerda que la compasión de Dios brota nueva cada mañana. Podemos sufrir, pero Dios nunca falla.
Conocí a Nerissa en Filipinas después de que un súper tifón devastara la Isla de Leyte. Como capellán y entrenador en el área de trauma, mi trabajo era brindar apoyo emocional y espiritual, y educación al personal, los pacientes y la comunidad en una clínica médica y de maternidad en medio de la zona de desastre. Nerissa vino a ayudar a dar a luz a aquellas mujeres que más lo necesitaban. Durmiendo en una tienda de campaña entre los escombros de su casa, viajaba más de una hora al trabajo en la clínica, que también se componía de tiendas de campaña.
En 15 años de tantos desastres y toda una vida de experiencias, nunca me he visto afectado como lo fui después del tifón. Nerissa y muchos como ella fueron ejemplos vivos de las palabras de Jeremías: “Sin embargo, esto lo recuerdo y, por lo tanto, tengo esperanza”. Confiaron en Dios para tener un mañana mejor. Nerissa más tarde recibió subvenciones de atención médica para reconstruir su hogar y su clínica, y ahora trae bebés al mundo todos los días para los más pobres de los pobres. La compasión de Dios es nueva cada mañana.
Al responder a los desastres y ayudar a asegurar la vivienda con aquellos que sueñan con el mañana, Hábitat para la Humanidad es un dador de esperanza. Cada necesidad que se satisface es un ejemplo de la gran misericoria de Dios. A medida que avanzamos a través de los 40 días de Cuaresma hacia la gloriosa resurrección del Señor Jesús, recordemos que estamos sirviendo junto a un Dios fiel que nunca nos fallará.
Oración
Dios gentil, Tú nos has dado la promesa de resurrección a través de Tu Hijo Jesucristo para que nosotros también podamos vivir en esperanza. Incluso cuando caemos en la oscuridad, la pérdida o el sufrimiento, Tú nos guías con Tu luz para que podamos encontrar una manera de salir de nuestra angustia. Ayúdanos a ser personas de esperanza para que otros que sufren puedan ver Tu luz y Tu esperanza en nosotros. Que Tu Reino y Tu gloria se revelen en nosotros, Amén.
Preguntas
- ¿Cómo te sentiste al leer la historia de Nerissa? ¿Invocaba compasión, aliento o tristeza? ¿Te generó preguntas? No tengas miedo de llevar esos pensamientos al Señor.
- Dios nunca prometió que no sufriríamos en este mundo, pero sí prometió que Él estaría con nosotros durante el sufrimiento. ¿Puedes recordar un momento en que luchaste contra un desafío o una pérdida, pero Dios restauró tu esperanza? ¿Cómo te sientes acerca de esa situación ahora?
- A veces, cuando una persona está pasando por un momento difícil, no puede tener una esperanza. Podemos prestarles nuestra esperanza simplemente escuchándolos, apoyándolos y ofreciéndoles una presencia sin prejuicios. ¿Conoces a alguien que necesite esperanza durante este tiempo de Cuaresma?
Jamie Grubb es capellán de crisis y trauma, entrenador de duelo y director espiritual que trabaja con el equipo de Vida Espiritual en Hábitat para la Humanidad Internacional. Ella tiene su sede en el norte del estado de Nueva York en los Estados Unidos.
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Por Rowena Cuanico
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas.
- 2 Corintios 5:17, Nueva Biblia Americana (Edición Revisada)
Por lo general, cuando nos presentamos, compartimos la información más importante sobre nuestras vidas, sobre quiénes somos y sobre nuestra identidad.
Cuando éramos nuevos en Fiji como Misioneros Laicos Columbinos, una de las primeras cosas que aprendimos fue cómo presentarnos. Mientras estudiaba hindi, el lenguaje de Fiji, tuve que presentarme en ese idioma. Compartí sobre los aspectos más importantes de mi identidad: mi nombre, de dónde venía y mi condición de misionera laica columbina. A medida que aprendimos más palabras nuevas, noté que estaba contando más y más sobre mí misma. Sin embargo, mi identidad siguió siendo la misma.
Para Pablo, la identidad de estar en Cristo fue el tema central de su mensaje a las primeras comunidades cristianas. Pablo usó las frases “en Cristo” y “en Él” 143 veces en sus epístilos. ¿Qué significa entonces estar en Cristo?
Tal vez porque soy especialista en adquisición de talentos, me inclino a proponer algunos indicadores clave de desempeño para ayudar a definir lo que significa estar en Cristo. O tal vez podamos ver los valores fundamentales de Hábitat para la Humanidad - humildad, valentía y compromiso- como atributos. También podemos aprender de nuestras habilidades de liderazgo de servicio.
Estar en Cristo nos invita a fomentar y alimentar una relación íntima con Él, nacida del amor. Cristo no desea otra cosa más que estemos unidos y en comunión con Él, transformados a imagen y semejanza de Dios. A medida que estamos arraigados en Cristo, estamos siendo guiados y dirigidos a nuevos valores y perspectivas. ¿Me estoy volviendo más compasivo? ¿Me he vuelto más indulgente? ¿Me he vuelto más tolerante y receptivo con las personas cuyas tradiciones de fe son diferentes a las mías? Esto puede sonar como una evaluación de desempeño. Sin embargo, en nuestro viaje de fe, cuando nos volvemos más conscientes y estamos más atentos a la obra de Dios en nosotros, nuestra relación también se volverá más íntima y vivificante.
Al entrar en la época de Cuaresma, somos bendecidos con esta maravillosa oportunidad de reflexionar y celebrar el amor insondable de Dios por nosotros. Se nos da tiempo para la oración y la soledad. Se nos anima a salir de nuestra zona de confort y ejercitar la autodisciplina a través del ayuno. Estamos invitados a hacer el bien y amar más.
Oración
Amado Dios, que nuestros corazones estén abiertos y atentos. Ayúdanos a estar dispuestos y listos para ser sorprendidos y maravillados por Tu trabajo, siempre haciéndonos nuevos, renovándonos y transformándonos, una y otra vez. Que seamos Cristo para el mundo, ansiosos por hacer el bien y amar más, Amén.
Preguntas
- Si tuvieras que presentarte en no más de 50 palabras, ¿Qué dirías?
- Describe un momento de tu vida en el que seas nuevo, cambiado o transformado.
- ¿Qué prácticas o tradiciones durante la Cuaresma encuentras significativas y vivificantes?
- ¿Cuáles considerarías áreas de crecimiento en tu vida espiritual o en tu viaje de fe?
Rowena Cuanico es especialista en adquisición de talentos e interina regional focal de salvaguardia para el área de Asia Pacífico de Hábitat para la Humanidad Internacional. Tiene su sede en Manila, Filipinas.
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Por Juan de Dios Valdez
Yo les daré un corazón íntegro, y pondré en ellos un espíritu renovado. Les arrancaré el corazón de piedra que ahora tienen, y pondré en ellos un corazón de carne, para que cumplan mis decretos y pongan en práctica mis leyes. Entonces ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios.
— Esequiel 11:19-20, Versión del Rey Jacob
El profeta Ezequiel tenía la responsabilidad de ser el portavoz de Dios cuando el pueblo de Israel estaba en el exilio en Babilonia. En medio del sufrimiento, y a medida que la gente se alejaba más de Dios, Ezequiel pronunció una profecía que trajo esperanza. En esa profecía, Dios prometió cambiar los corazones de las personas, endurecidos como piedra, a corazones capaces de sentir el inmenso amor que Dios estaba dispuesto a darles.
De este contraste era de lo que se trataba la profecía de Ezequiel. Un corazón de piedra, o un corazón obstinado, como lo llama la “Traducción de las Buenas Nuevas”, es uno que no tiene piedad, que no discierne entre lo que es bueno y lo que es malo, que no le importa maltratar o incluso matar a un vecino. En resumen, un hombre con un corazón de piedra es uno alejado de Dios.
Por el contrario, un corazón de carne - o un corazón obediente según la Traducción de las Buenas Nuevas - en el contexto de Ezequiel, es capaz de sentir compasión y solidaridad con los necesitados. Es capaz de amar y dar gracias por la bondad de Dios. Un corazón de carne ha reconocido a Dios y ha aceptado su amor incondicional.
Igual que en el tiempo de Ezequiel, ciertamente estamos viviendo en tiempos de sufrimiento. Lamentablemente, eso lleva a muchas personas a reflejar actitudes que se encuentran en un corazón de piedra. A veces, cuando examinamos nuestras propias acciones y miramos profundamente dentro de nosotros mismos, también vemos residuos de un corazón de piedra.
En este período de Cuaresma, cuando contemplamos profundamente la muerte de nuestro Señor Jesucristo, se nos recuerda que el sufrimiento de Jesús fue para demostrar su inmenso amor por nosotros. Por lo tanto, debemos reflejar el corazón de carne que Dios ha puesto en cada uno de nosotros. En Hábitat para la Humanidad, a menudo hablamos de ser las manos y los pies de Jesús. Tenemos el privilegio de mostrar a los demás un corazón lleno del asombroso amor de Dios.
Durante esta temporada, también debemos reflexionar sobre si hemos lastimado o maltratado a alguien. Si es así, debemos pedir perdón y pensar en aquellos a quienes debemos demostrar compasión. ¿Cómo podemos compartir con los demás un corazón capaz de sentir el amor de Dios?
Oración
¡Oh Dios Todopoderoso, qué amor asombroso nos muestras! Gracias por ablandar nuestro corazón de piedra, rebelde y alejado de Ti. Estamos agradecidos de que nos hayas dado un corazón de carne para que podamos sentir nuestro amor y la alegría que significa ser hijos Tuyos. Ayúdanos todos los días en este período de Cuaresma a entender y reconocer que Tú eres nuestro Dios protector y que estás pendiente de nosotros. Retira de nosotros cualquier residuo de un corazón pedregoso. Permítenos mostrar a los demás un corazón obediente amándote más y más cada día, buscando ser más a Tu imagen. En el glorioso nombre de Jesucristo oramos, Amén.
Preguntas
- ¿Cuáles son los residuos de un corazón pedregoso que puedes identificar en tu vida?
- ¿Cómo podemos poner en práctica el corazón de carne que Dios nos ha dado?
- ¿Qué compromiso individual podemos hacer para poner en práctica esta reflexión?
- ¿Con quién necesitas compartir el amor de Dios y tu corazón de carne?
Juan de Dios Valdez es el director de auditoría interna para el área de América Latina y el Caribe de Hábitat para la Humanidad Internacional. Tiene su sede en Orlando, Florida, en los Estados Unidos.
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Por Malena Tomlin
Un día se le acercaron los discípulos de Juan y le preguntaron:
¿Cómo es que nosotros y los fariseos ayunamos, pero no así tus discípulos?
Jesús les contestó:
¿Acaso pueden estar de luto los invitados del novio mientras él está con ellos? Llegará el día en que se les quitará el novio; entonces sí ayunarán. Nadie remienda un vestido viejo con un retazo de tela nueva, porque el remiendo fruncirá el vestido y la rotura se hará peor. Ni tampoco se echa vino nuevo en odres viejos. De hacerlo así, se reventarán los odres, se derramará el vino y los odres se arruinarán. Más bien, el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así ambos se conservan.
— Mateo 9:14-17, Nueva Versión Estándar Revisada
Jesús no se anda con rodeos mientras habla a los fariseos. Por el poder de Dios, Él proveerá una nueva vida. Las viejas costumbres religiosas parecían estar bien para los fariseos, que a menudo cuestionaban los nuevos métodos e ideologías. Se establecían sus caminos, y hacer algo diferente era percibido como incorrecto. Reflexiona sobre esto un momento. ¿Juzgas y examinas nuevos métodos? ¿Crees que solo hay una manera de llevar a cabo una tarea o responsabilidad? ¿Crees que tus métodos son los únicos que son correctos? ¿Te acercas a tu trabajo en Hábitat para la Humanidad dispuesto a colaborar, o te aíslas? Jesús da ejemplos para explicar que no hay ningún beneficio en la aplicación de viejas costumbres a las nuevas creaciones. Las parábolas que Jesús comparte están presagiando Su resurrección, un milagro nunca antes percibido.
Tomemos el tiempo para reconocer esta nueva vida, para ser más conscientes de este don especial. Alabado sea el Señor en celebración de lo que esta nueva vida tiene para ofrecer: ¡liberación espiritual! Las bendiciones de la abundancia irradian de esta nueva vida. Esta novedad divina en Jesús no debe ser rechazada sino abrazada. Una forma de que realmente disfrutemos de esta nueva vida en el Señor es no relacionarla a nada opresivo como el pasado. Debemos recibir vida y avanzar en Cristo con ojos frescos para aprender como Él enseña y ver la vida como Él lo hace.
Al aceptar este regalo, Jesús se convierte en nuestra nueva cubierta. Comencemos el día esperando que el Señor haga cosas nuevas maravillosas y emocionantes. No debemos encontrar consuelo en las prácticas predecibles y monótonas. Vivir una vida en Cristo no deja espacio para rituales repetitivos y confinados. El deseo de Jesús para nosotros dentro de esta temporada de Cuaresma es saber que Él siempre está haciendo algo nuevo. Haz espacio para nuevas formas de vivir para Él y amar a los demás. Las comunidades son mejor atendidas cuando tenemos en mente Su novedad. ¡Mantén tus ojos frescos para Sus milagros!
Oración
Padre amoroso, perdóname por intentar ponerte en una caja. Tu divinidad es grande y poderosa para ser mantenida en las limitaciones humanas. Abre mis ojos, mis oídos, mi corazón y mi mente para vivir abundantemente en la nueva vida que Tú proveiste para mí. Desafíame. Enséñame. Hazme sabio como mejor te parezca. Te doy gracias por Tu don de novedad. Hazme ser un gran administrador de un don tan maravilloso. En el nombre de Jesús oro, Amén.
Preguntas
- ¿Cuáles son algunas viejas costumbres, hábitos o pensamientos que puedes dejar atrás?
- Nombra dos o tres cosas que puedes hacer para recibir más de la novedad de Cristo dentro de la obra que haces.
Malena Tomlin es pasante de vida espiritual en Hábitat para la Humanidad Internacional. Tiene su sede en Pasadena, California.
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Por Lee Ann Arnason
El Espíritu del Señor está sobre mí,
por cuanto me ha ungido
para anunciar buenas nuevas a los pobres.
Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos
y dar vista a los ciegos,
a poner en libertad a los oprimidos,
a pregonar el año del favor del Señor.— Lucas 4:18-19, Nueva Versión Internacional
Estas palabras de Jesús, dichas en lo que parecía ser un sabbat cualquiera, son parte de un conmovedor pasaje de Lucas. Después de 40 días en el desierto siendo tentado por Satanás, Jesús había regresado a Nazaret, donde había crecido. La Palabra se había extendido mientras viajaba. En su ciudad natal, Jesús estaba haciendo lo que hacía normalmente. Fue a la sinagoga y leyó las Escrituras. Las palabras del pergamino del profeta Isaías eran conocidas por los asistentes pero, en esta lectura, Jesús, ungido por el Espíritu Santo, se proclama a sí mismo como aquel de quien habla la profecía de Isaías. Lo que comenzó como un culto de rutina, cambió por completo en ese extraordinario momento.
No era lo que la gente esperaba al ver al Mesías. Gracias a Dios, Sus caminos no son rutinarios ni predecibles. Jesús pone las normas de cabeza al declarar que quienes son ignorados serán enaltecidos y quienes están heridos y atrapados será sanados y liberados. Trae buenas noticias para los pobres, los esclavizados y los oprimidos.
Entonces proclamó “el año del favor del Señor”. La palabra hebrea para favor es ratson. También significa “buena voluntad y aceptación”. No es el tipo de favor que debemos como reembolso por una acción de bondad o el pago de una deuda. No es algo que podamos ganar. Al igual que la gracia, Dios nos favorece libremente porque Él nos ama. Su sacrificio y amor nos redime.
En respuesta, estamos llamados a realizar actos de amor extraordinarios. En Hábitat, somos afortunados de ser parte de la emanación del amor de Dios en todo el mundo. Llegamos a proclamar las buenas noticias de manera transformadora.
A medida que vivimos la Cuaresma, busquemos lo extraordinario en lo rutinario. No permitamos que nuestra perspectiva nos ciegue ante las necesidades de los demás. Anticipemos el favor del Señor con corazones llenos de gratitud.
Oración
Señor misericordioso, humildemente te agradecemos por Tu gracia y favor. Inspíranos en esta temporada de Cuaresma. Danos ojos para ver, oídos para escuchar, mentes para percibir y corazones para sentir las extraordinarias maneras en que Tú estás presente en nuestras vidas. Busquemos servirte y a quienes Tú nos llamas a servir. Amemos de gran manera y llenos de Tu gracia. Muéstranos cómo, en Tu nombre, podemos sanar a las personas quebrantadas de corazón, liberar a las oprimidas y honrar a las ignoradas. En el precioso y santo nombre de Jesús, Amén.
Preguntas
- ¿Cómo puedo buscar a Dios en lo rutinario u ordinario? ¿Qué me ciega ante estas oportunidades de ver Su rostro y obra?
- ¿Qué significa vivir en el favor de Dios? ¿Cómo cambia esto la forma en que me involucro con el mundo y con quienes me rodean?
Lee Ann Arnason es analista de aplicaciones en Hábitat para la Humanidad Internacional. Trabaja en Hickory, Carolina del Norte, Estados Unidos.
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Por Mike Carscaddon
El que estaba sentado en el trono dijo: “¡Yo hago nuevas todas las cosas!” Y añadió: “Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza”.
— Apocalipsis 21:5, Nueva Versión Internacional
He estado intrigado durante muchos años por los misterios de la fe. Estos son misterios en el sentido de que no pueden ser explicados o comprendidos sólo por razonamiento. Como pensador lógico, normalmente deseo datos y una comprensión clara. Sin embargo, en mi fe, he llegado a apreciar e incluso celebrar aquellas cosas que no puedo comprender.
Uno de esos misterios es lo que algunos llaman el estrecho espacio entre el cielo y la tierra. Lo escuchamos en la liturgia de la víspera de Navidad cuando Cristo nace. Y lo escuchamos de nuevo durante la Gran Vigilia Pascual, el primer culto de la mañana de Pascua. En algunas tradiciones de fe, el cantor canta: “Cuán bendita esta noche en que se unen la tierra y el cielo, y nos reconciliamos con Dios”.
Aquí el misterio es Dios encarnado que llega a la tierra como niño en Navidad y, al final, nos reconcilia con Dios a través de la resurrección de Cristo. En estos momentos, la distancia entre el cielo y la tierra se derrumba y podemos captar destellos de lo divino.
La historia de la resurrección en Pascua es un misterio maravilloso que hace que todas las cosas sean nuevas y trae esperanza a toda la humanidad. He visto muestras de esta esperanza en el trabajo que Hábitat para la Humanidad hace en todo el mundo. Las personas en cualquier etapa de sus vidas son enaltecidas por tener un buen lugar para vivir y las comunidades desean crear mejores entornos para que la niñez crezca según la voluntad de Dios.
Oración
Dios misericordioso, gracias por la fe, por aquello que entendemos intelectualmente y por lo que no podemos comprender completamente. Te pedimos que continúes bendiciendo el ministerio y el trabajo de Hábitat para la Humanidad, para que podamos traer esperanza a quienes necesitan una vivienda. A través de Jesucristo nuestro Señor Resucitado, Amén.
Preguntas
- ¿Cómo ha experimentado los misterios de la fe?
- ¿Cuándo ha visto esperanza en la obra de Hábitat para la Humanidad?
Mike Carscaddon es vicepresidente ejecutivo de administración y director financiero de Hábitat para la Humanidad Internacional. Trabaja en Atlanta, Georgia, Estados Unidos.
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Por Pam Campbell
—María— le dijo Jesús.
Ella se volvió y exclamó: —¡Raboni! (que en arameo significa: maestro).
— Juan 20:16, Nueva Versión Internacional
Imaginen lo que María pensaba mientras preparaba las especias y los perfumes para el cuerpo de Jesús. Tal vez se repetía: “Concéntrate. Puedes superar esto”. Debe haber sido alucinante, pero María se concentró en lo tenía que hacer. En el relato de Marcos sobre las mujeres que iban a la tumba (el cual menciona a María Magdalena, María la madre de Santiago y Salomé), ellas se preguntan unas a otras, “¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?”
Soy una organizadora. Me encantan las listas codificadas por colores. Aunque estas herramientas suelen ser muy útiles, mi deseo de tener todo bajo control no siempre es algo positivo. Debo confesar que muy a menudo empiezo a crear y a poner en marcha mis planes antes de orar.
Este fue el caso mientras esperaba mi turno para recibir la primera vacuna contra COVID-19. Me enteré de que mi hija adulta iba a someterse a una cirugía de tobillo. Esto significaba reposo en casa durante seis semanas. Su casa tiene dos plantas, con la cocina abajo y los dormitorios arriba. Inmediatamente, comencé a investigar cómo ser designada cuidadora y escribí mensajes en algunos sitios web para pacientes. Debía vacunarme para poder cuidarla de manera segura.
A las pocas horas, recibí un mensaje del hospital donde ejercen un par de mis médicos. El mensaje no tenía ninguna relación con mis esfuerzos como madre. Estaba desconcertada por no poder encontrar el mensaje en el sitio web y lo ocupada en ese momento, así que me puse a hacer otras cosas. Más tarde esa misma noche, decidí volver a buscar el mensaje. Exploré varios lugares en el sitio y allí estaba: una invitación para vacunarme en dos días.
Me tomó un momento darme cuenta de lo que sucedía, pero mi respuesta inmediata fue “Gracias, Jesús”. El hospital había enviado un mensaje masivo a muchos pacientes, así que muchos podrían llamarlo una gran coincidencia. Sin embargo, en ese momento, sólo escuché la voz de Jesús y le agradecí. Dios había respondido a la oración que yo no tuve tiempo de decir.
Imaginen cómo podría estarse sintiendo María con respecto a su amigo. Lista para hacer la inimaginable tarea de preparar el cuerpo de su querido amigo para su entierro, se encontró con la tumba vacía. El Señor resucitado estaba justo delante de ella, pero ella no lo reconoció hasta que Jesús la llamó por su nombre.
Parte de nuestro éxito en Hábitat para la Humanidad proviene de crear e implementar planes cuidadosamente pensados. Esto es fundamental para cualquier organización. Por eso, espero que nunca nos quedemos tan absortos en nuestro trabajo o en nuestros planes como para no escuchar a Jesús llamarnos por nuestros nombres. Esta temporada de Cuaresma nos recuerda estar alerta para que, cuando Jesús agite las cosas, estemos listos para seguirlo fielmente.
Oración
Señor, confesamos que a menudo confiamos en nuestros propios planes. Nos gusta tener instrucciones claras. Ayúdanos a aceptar los misterios de la fe y a confiar en Ti. Señor, háblanos en una voz que entendamos, mientras buscamos vivir como personas de la Resurrección. Estamos agradecidos porque Tú conoces nuestros nombres y nos muestras las formas en que podemos demostrar Tu amor mediante palabras y hechos, Amén.
Preguntas
- ¿Qué tareas dignas llenan su corazón y mente en esta temporada de Cuaresma?
- ¿De qué maneras inusuales ha escuchado la voz de Jesús llamándole por su nombre?
- ¿Cómo está respondiendo a los planes que han surgido últimamente?
- ¿Qué le ha provocado un profundo deseo de servir?
Pam Campbell es gerente de comunicaciones en Hábitat para la Humanidad Internacional. Trabaja en Mount Juliet, Tennessee, Estados Unidos.
Socios de Oración Global
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